Mirando al mundo LXXXII– De qué se trata la posverdad– 1-11-17

Como una prueba clara de posverdad periodística, retomaré los análisis que había comenzado en una columna anterior, a partir del libro del escritor estadounidense Darrell Huff (1913-2001) quien publicó un libro con un título sorprendente: Cómo mentir con estadísticas (1954). Y revisaré como se refleja lo que se podría definir como enseñanzas-denuncias que el autor desarrolla en sus páginas. Recurro a un artículo que publica el diario Clarín el 22-9-2017 con el título ¿Se compran menos fideos y más televisores? Que puede haber pasado desapercibido por aquel tipo de lectores que calificaré como ingenuos, en el sentido original de la palabra. Coloco aquí ese significado para evitar malas interpretaciones:

Ingenuidad se refiere a los rasgos nobles innatos de una persona; que es sincera, candorosa y sin doblez y actúa sin tener en cuenta la posible maldad de una persona o la complejidad de una situación.

Aclarado esto, debo decir que salvo aquellas personas que tienen algún entrenamiento en la utilización de una lectura crítica, la gran mayoría de los consumidores de información caben en la categoría descripta. El periodista comienza así:

«Empecemos con algunos datos duros de la consultora Kantar. En agosto, el consumo de la canasta de 140 productos, alimentos envasados, lácteos, productos de tocador y de limpieza, retrocedió 2%. ¿se debe esto a un problema de poder adquisitivo? Es difícil responderlo de manera directa… Porque están aumentando otros consumos, como autos, motos, electrodomésticos”, dice el consultor de consumo Guillermo Oliveto. Esta semana, la consultora Ecolatina difundió un estudio que demuestra que las ventas de electrodomésticos, crecieron 3,7% en el primer semestre. También crecen los viajes: 15% en pasajeros que gastan un  35%  más. ¿La gente compra televisores y deja de comprar fideos?».

Se le podría preguntar al señor Oliveto ¿cuál es “la gente” que compra fideos y cuál es “la gente” que compra televisores, viaja y gasta más? ¿No habrá que hacer allí una desagregación de sectores sociales tomando en cuenta sus ingresos, lo cual podría mostrar las posibilidades de compra determinadas por el poder adquisitivo? ¿Ese análisis no permitiría despejar la difícil incógnita planteada en el título? Ayudemos al redactor de la noticia tan desconcertante con esta propuesta: “Hay “gente” cuyos ingresos están cerca del límite de la canasta de pobreza y compra fideos y hay otra “gente” cuyos ingresos pueden estar por encima de los $ 50.000 y consumen lo que parece presentarse como un misterio.

Pero, claro, son modos de ver, se podría decir que hay matrices de pensamiento diversas. Para aportar una aclaración el señor Oliveto le presentó al periodista la explicación siguiente que él anota:

La síntesis del analista es la siguiente: “El consumidor está reacomodando su billetera y se están estableciendo nuevos  paradigmas”. Hubo un primer gran salto el año pasado, que fue la suba de tarifas, que melló la capacidad de compra y planteó nuevas prioridades. Pero en este 2017 hay otro eje nuevo que está moviendo el dial: el crédito hipotecario. “Está haciendo cambiar los plazos en los que se piensa -añade Oliveto-. Se pasa del presente al futuro, se mira más hacia adelante. Como si fuéramos ahora más sajones y menos latinos al comprar”.

Debo decir: ante el aporte epistemológico (parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y métodos del conocimiento humano) que parece manejar el señor Oliveto, más el agregado de algunas definiciones de distintos perfiles de las culturas a las que hace referencia: sajones y latinos. Debo reconocer que las críticas que he escrito, más arriba, han sido muy miopes. No he sido capaz de introducir sus modos de análisis ni sus conocimientos de la antropología que él posee, que aportan un nivel de análisis mucho más profundo. Los pobres, por ser latinos, compran pensando en lo que puede comer cada  día: fideos. Los de más altos ingresos, con una mentalidad superior sajona, están pensando en el largo plazo.

Ahora estamos en condiciones de responder a lo que el señor Oliveto declaró como una imposibilidad de explicar por qué ¿Se compran menos fideos y más televisores?

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.