El escritor y periodista chileno Ernesto Carmona Ulloa habló de este tema su ponencia “Periodismo, Ética y Democracia” en el Centro Internacional de Altos Estudios de la Comunicación para América Latina desde una óptica similar:
Los grandes medios de América Latina padecen una profunda crisis ética por no cumplir con su mandato esencial de informar «veraz y oportunamente». Al sepultar la noción de medios libres e imparciales y el «deber ser informativo» asociado a los orígenes de la prensa, perdió su fin ético último. La pérdida de la ética, fue acelerada por la concentración mediática y estimulada por el modelo neo-conservador impuesto en las últimas décadas. Apoyó los excesos de la gran concentración del poder corporativo y financiero que fue la causante de la crisis actual. Además edificó una tiranía mediática, al erigir una «mediocracia» [gobierno de los medios] que define y regula casi todos los ámbitos de la vida contemporánea.
Creemos que estas palabras deben ser tomadas como un llamado de atención respecto de lo que está pasando en el espacio de las comunicaciones. Este es un tema que una radio universitaria no pude soslayar. Debemos decir que todo esto puede y debe decirse desde el espacio libre para el pensamiento que representa la Universidad dentro del juego de las instituciones de la democracia.
2.- Para que podamos ampliar el ámbito de nuestras reflexiones vamos a citar a un investigador especializado en comunicación
El Dr. Jean Mouchon, profesor de la Universidad de Lille III (París), es un especialista en el análisis del impacto de la comunicación en la opinión pública. Parte del análisis de la noticia convertida en una mercancía, por eso habla de la “información-mercancía”. Debe tenerse en cuenta que esto fue escrito hace más de veinte años, pero el panorama que pinta es hoy mucho peor. Si bien se centra en la televisión, sus palabras pueden hacerse extensivas a la radio:
“La privatización de la televisión francesa cambió bruscamente la naturaleza de los programas en la generalidad de los canales de Europa. Atada a su fuente de financiación, la empresa televisiva comercial no renuncia a su misión primera que es asegurarse la máxima audiencia, sinónimo de máxima publicidad. Se puede entender entonces que siguiendo esta lógica de lucro se haya ido lentamente sustituyendo los programas culturales por los reality-shows. Esto nos demuestra que, cierto modo de entender la globalización y de aceptar un solo modelo de ingreso a ella, el estadounidense, hace que nos llegue a mucha mayor velocidad su repetición burda El imperio de ese modelo desplaza los modos posibles de posicionar nuestro país (Francia) en ese esquema, con un desprecio sin antecedentes sobre nuestra posibilidad de negociar un modelo propio”.
No es muy distinta la situación en que nos encontramos nosotros hoy. Esto nos compromete más aún.
3.- Debemos tener en cuenta lo que ha sucedido con los medios de comunicación de masas, sobre todo a partir de las décadas de los ochenta y noventa. Se fue produciendo una concentración de la propiedad en pocas manos, y casi todas ellas empresas multinacionales.
En la década de los ochenta ya se había hecho evidente que los medios estaban siendo monopolizados por el modelo de la globalización financiera. Comenzaba a ser un tema que no se podía ocultar. La respuesta de parte de las grandes empresas fue realizar un control severo sobre qué se podía publica y qué no. Se había terminado la democracia interna de la información que se decidía en la sala de edición. Ahora llegaba desde las gerencias el listado de los temas prohibidos. Todo esto se fue naturalizando en el periodismo y fue aceptado como un modo de conservar el trabajo.
El Dr. Javier Esteinou Madrid – Profesor e Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México escribió:
En 1980 Sean MacBride, Presidente de Asuntos Exteriores del Consejo de Europa, preparó una propuesta denominada Informe MacBride con el fin de estudiar los principales problemas de la comunicación que fue aceptada en la Conferencia General de la UNESCO. Examinaba la situación de las comunicaciones mundiales, sobre las cuales subrayó cinco realidades que entorpecían una comunicación libre: 1.- La unidireccionalidad de la comunicación; 2.- la concentración vertical y horizontal; 3.- la transnacionalización, la alineación informativa respecto de los grandes capitales: y 3.- la falta de democratización de la misma.
En resumen: “La industria de la comunicación está dominada por un número relativamente pequeño de empresas que engloban todos los aspectos de la producción y la distribución, que están situadas en los principales países desarrollados y sus actividades son transnacionales. Los capitales mayoritarios pertenecen a los Fondos de Inversión.
Hasta nuestro próximo encuentro.