Ricardo Vicente López

La manipulación de la opinión pública [1]
El tema de esta entrega presenta un título que puede caer mal en el ciudadano de a pie. Por tal razón me voy a apoyar en las investigaciones del conocido Profesor Noam Chomsky [2] (1928), filósofo y activista estadounidense, que publicó con este título: El control de los medios de difusión, y un subtítulo impactante Los espectaculares logros de la propaganda, Editorial Crítica (2000) El curriculum académico, sus aportes a la investigación socio-política lo hacen acreedor al reconocimiento público. Además lo presento como un pequeño homenaje de mi parte a este docente, investigador, crítico meticuloso, que se ha dedicado en estas últimas décadas a analizar el funcionamiento y el papel que cumplen los medios de información.
Las páginas siguientes son, nada más que, una especie de notas marginales, comentarios y citas de un notable estudio histórico que ha desarrollado sobre los intentos exitosos del control de la conciencia colectiva de un pueblo con una historia poco conocida. No debe entenderse esto como la historia política o económica del país de los Estados Unidos, sino que lo que ha hecho nuestro profesor es la respuesta a una pregunta sencilla, pero que requiere una mirada aguda y penetrante como la que él demostró tener: ¿por qué es tan sumiso y crédulo el público norteamericano? Tomo este punto de partida como centro de mis reflexiones.
La historia que el autor nos relata, más el análisis meticuloso de ella, tiene una enorme importancia para el conocimiento del mundo global y, para nuestro caso Argentina y la América toda, acerca de cómo se maneja la información internacional y la nacional. El resultado es un intento de convencer a los grandes públicos de la existencia de una sola verdad, la que ellos trasmiten. Esa verdad, no es más que un relato diseñado para servir al ocultamiento del saqueo y la depredación del planeta y del empobrecimiento de más de las dos terceras partes de la población mundial. Todo ello para el enriquecimiento de una pequeña minoría privilegiada.
El poder necesita la oscuridad – Noam Chomsky – 21/11/2020
Un profesor de ciencias políticas de la Universidad de Harvard, el prominente politólogo liberal y asesor del gobierno Samuel Huntington, observó que «los estrategas del poder en Estados Unidos deben crear una fuerza que pueda sentirse pero no verse. El poder se mantiene fuerte cuando permanece en la oscuridad. Cuando se le expone a la luz solar, comienza a disiparse».
Huntington dio algunos ejemplos significativos de la verdadera naturaleza de la Guerra Fría. Al hablar de la intervención estadounidense militar en el exterior comentó que «a veces tiene que vender la intervención o cualquier otra acción militar de modo parezca que estamos luchando contra la Unión Soviética. Esto es lo que lleva haciendo Estados Unidos desde la Doctrina Truman» y hay muchos ejemplos de este principio rector.
Un destacado pensador que entendió y explicó esta realidad fundamental fue David Hume, quien escribió sobre los Principios del Gobierno en una de las primeras obras modernas de teoría política hace más de 250 años. La redacción que usó fue tan clara que me limitaré a citarle textualmente. Hume descubrió que:
«Nada sorprende más que ver la facilidad con que la mayoría es gobernada por unos pocos y observar la sumisión implícita con la que los hombres han entregado sus propios sentimientos y pasiones a la voluntad de sus gobernantes. Cuando nos preguntamos de qué manera pudo haber sucedido esta maravilla vemos que, estando la fuerza siempre del lado de los gobernados, los gobernantes no tienen nada que los apoye excepto la opinión. Decir que un gobierno está justificado es, pues, sólo una cuestión de opinión y esta máxima se extiende tanto a los gobiernos más despóticos y más militarizados como a los más liberales y populares».
Ésta es una de las razones por las que la enorme industria de las relaciones públicas se ha convertido en la mayor agencia de propaganda en la historia de la humanidad, una influencia que ha crecido y alcanzado sus formas más sofisticadas en las sociedades más liberales, Estados Unidos y Gran Bretaña. Esta institución nació hace aproximadamente un siglo, cuando las élites se dieron cuenta de la libertad que se había conquistado hacía imposible controlar a la población por la fuerza, y que por tanto era preciso controlar las actitudes y las opiniones.
Las élites intelectuales liberales también entendieron esto, por lo que insistieron –echando mano de otras citas – en que debemos deshacernos del «dogmatismo democrático según el cual las personas son los mejores jueces de sus propios intereses». No es así. Son «intrusos ignorantes y problemáticos» y, por tanto, hay que «ponerlos en su lugar» para no molestar a los «hombres responsables» que gobiernan por derecho propio.
[1] Sugiero ver el documental de la BBC de Londres: El siglo del individualismo (2002)- es un documental británico que muestra, con mucha claridad, cómo las investigaciones de Sigmund Freud, Anna Freud y Edward Bernays han influido decididamente en las políticas de las corporaciones.
[2] Es profesor emérito en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y una de las figuras más destacadas del siglo XX y XXI. A lo largo de su vida, ha ganado popularidad también por su activismo político, caracterizado por una visión fuertemente crítica de la sociedad capitalista.
