Debemos tener en cuenta que en Internet abunda la “basura informática”. Sin embargo, y esto es altamente rescatable, aparecen intersticios a través de los cuales se cuela muy buena información, por lo general inexistente en los grandes medios. Éste es el caso de www.rebelion.org. Allí encontré la reproducción de una entrevista que hizo Amy Goodman, periodista graduada en Harvard, a dos periodistas de investigación, James Steele y Donad Barlett, ambos premiados con el Pulitzer por sus investigaciones. Esta entrevista fue emitida por una FM de New York en un programa que se llama Democracy Now, considerado en aquel país como el más progresista.
El título que encabeza este programa, como pregunta inicial de la entrevista es: “¿Cómo se evaporaron 9.000millones de dólares en efectivo aerotransportados de la Reserva Federal de EE.UU. a Iraq?”. La entrevistadora afirma que: “Un mes después de la invasión de Iraq, EE.UU. comenzó a aerotransportar aviones repletos de cargas de dinero efectivo a Bagdad. Entre abril de 2003 y junio de 2004, un total de 12.000 millones de la moneda estadounidense fueron enviados a Iraq, donde debían ser utilizados por la Autoridad Provisional de la Coalición para la reconstrucción. Pilas de billetes de 100 dólares fueron empaquetados en bloques, amontonados sobre grandes paletas llevadas a aviones de carga rumbo a la capital iraquí. ¿Qué pasó con el dinero? Hasta la fecha, por lo menos 9.000 millones no pueden ser ubicados”.
En una sorprendente nueva denuncia en Vanity Fair, los periodistas de investigación siguen el rastro del dinero de la Reserva Federal a Iraq. Contestan de este modo: “El dinero que fue a Iraq consistía básicamente de fondos confiscados: Activos iraquíes del tiempo de la primera Guerra del Golfo, dinero del petróleo que había estado bajo el control de Naciones Unidas. Y estaba básicamente confiado al gobierno de EE.UU., en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Y cuando quisieron hacer este embarque, lo que nos fascinó tanto fue precisamente como llegó allí, de dónde provino. Y lo que descubrimos fue que hay un almacén a 16 kilómetros al oeste de Manhattan. Es una instalación inmensa y está repleto de efectivo. De hecho, una de las cosas más divertidas que ocurrieron a algunos de los que estaban cargando el dinero fue que un día abrieron la puerta de atrás de uno de esos camiones, y el dinero se desparramó como si se tratara de frijoles creando todo tipo de caos mientras trataban de volver a colocar el dinero sobre esas paletas.
Lo que nos impresionó fue el increíble control, supervisión en este país, y luego llega a Iraq, y desaparecen todos los controles, toda la supervisión. Quiero decir, montones inmensos de dinero fueron al palacio en Bagdad. Otra parte fue a otros palacios, todos palacios de Sadam Husein en todo el país. Y luego fue distribuido, y una gran parte del dinero fue a los contratistas estadounidenses, otra fue a contratistas iraquíes. Todo fue sobre la base de llévate-lo-que-te-puedas-llevar”.
La Autoridad Provisional de la Coalición, que nos fue presentada como el gobierno provisorio, que creó esa ilusión de que se trataba de una fuerza multinacional, fue básicamente dirigida por el Pentágono. La mayoría de los contratos fueron otorgados con la aprobación del Pentágono. Y se convirtió en un colador perfecto para ese dinero en efectivo, porque sólo existió durante catorce meses y se disolvió. Luego se le entregó toda la autoridad a Iraq. Y durante el período en el que tuvo a su cargo el gobierno, “porque no era una agencia del gobierno de EE.UU., porque no era realmente una entidad de la ONU, nadie fue realmente responsable por lo que sucedió con ese dinero. Y, de hecho, parte de la litigación que ha tenido lugar en este país, lo relacionado con denunciantes, ha fracasado básicamente hasta ahora, porque no se trata de una mala conducta dentro de una agencia normal del gobierno de EE.UU.”.
Para poder comprender los “errores” cometidos dicen: “Y lo otro es que el Pentágono estableció una auditoria para que se pudiera rastrear el dinero, para asegurar que se gastaría correctamente. ¿Y quién recibe el contrato de auditoria, NorthStar Consultants, que trabaja desde una casa de un millón de dólares en La Jolla, California, con un apartado de correos en Nassau, Bahamas, que por casualidad es el apartado de correos establecido para una estafa con acciones por 200 millones de dólares unos pocos años antes. Y la compañía fue realmente para controlar el dinero, para garantizar que fuera bien gastado. Fue creada por un hombre de las Bahamas. Pero el tipo de Bahamas que la estableció también había establecido, y participado en, compañías vinculadas a la estafa de 200 millones. Y a este grupo el Pentágono lo puso a cargo de ver adónde iba el dinero, lo que significa una de dos cosas: el Pentágono no quería que se supiera adónde iba el dinero, o quería que fuera a un cierto sitio del que nadie sabe nada”.
Podemos legar a la conclusión que en materia de corrupción tenemos mucho que aprender. Aquí podemos ver a simples aficionados que realizan estafas por unos pocos cientos de millones. El curso de postrado, para operaciones de miles de millones, se dicta en el Pentágono. Lo que no he podido averiguar hasta ahora cuáles son las exigencias y requisitos para ingresar en esa carrera. Pero a no desanimarse, en cuanto lo sepa lo publico.
One comment to “La “universidad” de la corrupción”
One comment to “La “universidad” de la corrupción”
¡Qué desilusión! Pensé que, en materia de corrupción, en nuestro país había maestros. Pero veo que son simples amateurs.
Lo invito a ver estas dos páginas de mi autoría:
exonario.blogspot.com
(diccionario de términos inexistentes)
monstruosyberenjenas.blogspot.com
(relatos)
Un afectuoso saludo.