Mirando al mundo LII– De qué se trata la posverdad- columna nº 102– 5-4-17

“El ocultamiento de la verdad es una forma de la mentira” dijo George Orwell, autor de la famosa novela 1984, y afirmó además: «En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario». Para denunciar la mentira y el ocultamiento nació en 1976 el Proyecto Censurado, en la Universidad Sonoma State de California, cuando el profesor-investigador Carl Jensen y sus estudiantes sospecharon que los grandes medios estaban ocultando demasiada información sobre el caso Watergate:

El gran escándalo político que tuvo lugar en Estados Unidos en la década de 1970 a raíz de un robo de documentos en el complejo de oficinas Watergate de Washington D. C., sede del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos, y el posterior intento de encubrimiento de la administración Nixon de los responsables.

Hoy están a cargo de ese Proyecto Peter Phillips, Profesor de Sociología en esa Universidad y Mickey Huff Profesor asociado de Historia y de Ciencias Sociales de la Universidad Diablo Valley; ambos son directores adjuntos de la Fundación de la Libertad de los Medios y del Proyecto Censurado. Publica, todos los años, un libro con las denuncias sobre ocultamientos. Entre las informaciones más importantes que los grandes medios de comunicación ocultaron el Proyecto Censurado, publica lo siguiente:

El hecho ocultado de la muerte de más de un millón de personas en Iraq a causa de la invasión y ocupación militar de EEUU. Esta cifra, por supuesto, no incluye el número de muertes de la primera Guerra del Golfo (1990-1991), ni las consecuencias de las sanciones económicas aplicadas a Iraq como nación, que combinadas causaron la muerte de cerca de otros dos millones de iraquíes. En la actual guerra en Iraq, iniciada en marzo de 2003, más de un millón de personas murió violentamente sobre todo por los bombardeos de EEUU y la incursión de patrullas militares en los pueblos. Estas muertes fueron superiores al índice normal de mortalidad civil bajo el gobierno anterior. Los líderes militares y las élites políticas de EEUU abandonaron el recuento de los muertos incluso antes que comenzara la segunda invasión.

El general Tommy Franks, jefe del Comando Central de los Estados Unidos y comandante de la fuerza multinacional que lideró la invasión de Afganistán de 2001 e invasión de Iraq en 2003, en una entrevista con reporteros de guerra, a fines de marzo de 2002, cuando la guerra estaba en sus comienzos, contestaba, con palabras que significaban una confesión: «Ustedes saben que no hacemos recuentos de víctimas».

Afortunadamente, otros hicieron esos recuentos para conocer los costos humanitarios de la guerra del imperio que demostraron las terribles matanzas cometidas en el Medio Oriente. Los resultados de la investigación son estos:

En un informe de enero de 2008, la encuestadora británica Opinion Research Business (ORB) divulgó que su “investigación confirma nuestra estimación anterior de que ha muerto muchos más que 1.000.000 ciudadanos iraquíes como resultado del conflicto que comenzó en marzo de 2003. Ahora estimamos que el número de víctimas mortales entre marzo de 2003 y agosto de 2007 es probable que haya llegado al orden de 1.500.000.

El informe de la ORB coincidió con dos estudios anteriores conducidos por la Universidad Johns Hopkins, que confirmó las cifras de sobre la continuación de muertes masivas en Iraq.

Un estudio hecho por el Dr. Les Roberts, Profesor de Salud poblacional en el Centro Médico de la Universidad de Columbia pudo verificar que entre el 1 de enero de 2002 y el 18 de marzo de 2003 se produjeron 500.000 muertes más de civiles. Un segundo estudio documentaba 650.000 muertes civiles más en Iraq. Estos estudios confirman que el bombardeo aéreo estadounidense sobre población civil causó más de un tercio de estas muertes y más de la mitad de tales crímenes de guerra son atribuibles directamente a las fuerzas de EEUU.

Las conclusiones del informe de Proyecto Censurado no dejan dudas de las atrocidades cometidas que permiten encontrar una explicación a la necesidad de ocultar todos estos hechos criminales:

Es innegable la magnitud de las muertes producidas y la explosión de una extensa crisis de refugiados. La continua ocupación de las fuerzas de EEUU ha garantizado un índice de mortalidad total mensual de varios miles de personas, en una carnicería tan severa y concentrada que se compara con las matanzas más atroces de la historia de mundo. Además, sobre Iraq se han arrojado más toneladas de bombas que en toda la II Guerra Mundial. Las muertes y crímenes de guerra se han conducido en nombre de EEUU de América. Con todo, la mayoría de los norteamericanos no tienen ninguna idea sobre la magnitud de las muertes y tienden a creer que las víctimas son apenas unos pocos miles y, sobre todo, debido a iraquíes que matan a otros iraquíes. Los grandes medios corporativos tienen gran parte de la responsabilidad.

El modelo de ocultamiento y distorsión, por parte del periodismo estadounidense, replicado por el resto de la prensa internacional, nos muestran la capacidad y voluntad de mentir, desinformando de los grandes medios concentrados.

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