¿Dónde está la puerta de salida? VIII

Esta crisis encontrará una momentánea solución en la que veremos quiénes son los ganadores y perdedores, como ya dije antes. Los ganadores saldrán más fortalecidos y utilizarán el enorme «arsenal de recursos públicos para socializar las pérdidas y reflotar a los grandes oligopolios. Encerrados en la defensa de sus intereses más inmediatos carecen siquiera de la visión para concebir una estrategia más integral». ¿Cómo responder a tales propósitos? Continúa Boron: «En el campo popular se impone una meticulosa preparación para este nuevo período histórico signado por la crisis general capitalista». Esta situación presentará aristas difíciles y duras para una gran mayoría, pero también ofrecerá nuevas oportunidades, si sabemos aprender y no repetir historias conocidas: encerrarnos en nuestro individualismo, buscar la salida personal (como si existiera). En cambio se puede tener un conocimiento que se acerque a la verdad de los hechos (recurrir a la información alternativa) y llevar el debate de estos temas a nuestro ámbito cotidiano.
La crisis del capitalismo, sobre todo del salvaje, es un hecho histórico que se presenta ante nuestra vista. Reconocerlo, estudiarlo, evitar las informaciones equívocas o perversamente distorsionadores es una tarea difícil pero necesaria y comunicárselas a las personas de nuestro entorno. Ello lograría que las conversaciones se apartaran de la agenda diseñada diariamente por los medios, llenas de rumores (de fuentes bien informadas que nunca se las nombran), de los comentarios tendenciosos de los plumíferos a sueldo. En síntesis, elaborar nuestra propia información. No es sencillo, pero es posible. Tal vez imponga perder algunas horas de televisión y un poco más de lectura (de la buena).
Porque, si bien aparecen condiciones favorables para avanzar en el camino liberador, nos advierte Borón: «también hay que ser conciente de que esta situación bien podría revertir y dar lugar a una aplastante derrota del campo popular. Sería ingenuo pensar que porque el capitalismo está en crisis su suerte está echada». No se puede descartar, como ya vimos en notas anteriores, la posibilidad cierta de una recomposición de este capitalismo depredador. Pero creo que esa posibilidad se hace más factible en la medida en que no encuentre fuerzas que intenten impedirlo. Allí la buena información juega un papel fundamental en este conflicto.
Volvamos a Sun Tzu: «Cuando tu pensamiento estratégico es superficial y de corto alcance, es poco lo que puedes ganar mediante tus cálculos, así que pierdes antes de entablar la batalla». Pareciera que este viejo guerrero hubiera estudiado las tácticas de los medios concentrados: mantener al público en la noticia de lo inmediato, trivial y evanescente. La “verdad” no alcanza a durar veinticuatro horas y se refiere a cuestiones superficiales fácilmente olvidables. «Por esto se dice que los guerreros victoriosos vencen primero y después van a la guerra, mientras que los guerreros vencidos van primero a la guerra y después intentan vencer».
Mientras que las fuerzas de las empresas que dominan los mercados internacionales, Boron afirma: «han perfeccionado sus estructuras de hegemonía y dominación, sus dispositivos de formación de (falsas) conciencias y de disciplinamiento coercitivo criminalizando la protesta social y militarizando las relaciones internacionales, los sectores que constituyen el moderno proletariado se debaten en una profunda desorganización, de la cual pueden surgir actos aislados de resistencia anti-imperialista pero muy difícilmente propuestas efectivas de superación del estado de cosas actual».
La organización social es hoy, como lo fue siempre, un instrumento imprescindible para enfrentar los grandes conflictos. El cuento oriental dice que un hombre viejo le dio a un niño una varita y le pidió que la quebrara, le dio otra y le pidió lo mismo, y siempre las quebraba. Luego junto unas cuantas y se las dio en un ramillete y el niño no logró hacerlo. El viejo le dijo: de a una podrás quebrarlas cuando estén todas juntas te será imposible, la unión hace la fuerza.

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