No es una novedad afirmar la tarea que desempeña un editor de selección de noticias dentro de la enorme cantidad de informaciones que recibe diariamente. Aparecen allí criterios de selección que nunca se explican y que quedan en un simple concepto que define cuándo una información es noticia. Supongo que sería muy burdo decir que si yo cumplo años esto no es una noticia, sino una simple información que puede interesar, en el mejor de los casos, a gente muy cercana a mí. Entonces ¿cómo se define noticia? Se cuenta que en las viejas oficinas del New York Times rezaba en una de sus paredes: «Sin un perro muerde a un hombre no es noticia, si un hombre muerde a un perro sí». Pero ni siquiera esto se cumple en el periodismo actual al imponerse lo que se considera entretenido por sobre lo que es información importante. Veamos, de la mano de Ernesto Carmona: «Por ejemplo, la cobertura de CNN de la muerte prematura de Ana Nicole Smith a comienzos de 2007, modelo que se hizo célebre desde que posó desnuda para Playboy, fue un notorio caso de «Noticia Basura» en años recientes. La magnitud de la atención prestada por los grandes medios corporativos a su muerte fue tan exagerada como los pormenores que todavía continúan del inesperado y lamentable deceso de Michael Jackson, una figura mucho más universal y perdurable que Smith y cuya secuela opacó el golpe militar en Honduras ocurrido el 27 de junio 2009, dos días después del deceso. La cobertura, los comentarios, horas y espacios dedicados a la muerte de Smith y Jackson quedaron entre las “noticias ininterrumpidas más largas” difundidas por los diarios, CNN y las cadenas de noticias desde los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001».
Deberíamos preguntarnos, haciendo un esfuerzo de memoria si esto era así unos treinta o cuarenta años atrás. Si la exhibición descarada del infotretenimiento se daba de algún modo, pero seguro que, en el peor de los casos, no en la dimensión actual. Sigue Carmona: «Smith y el 11/9 son ahora compañeros de cama extraños y sujetalibros del jalón de noticias corporativas “culturales”, mientras los mercados de la noticia dejaron de lado una historia lejos mucho más importante: el embajador de EEUU en Iraq, al parecer equivocadamente, extravió 12 mil millones de dólares en billetes que volaron con su equipaje a Bagdad. El fatuo mórbido de los medios muestra claramente los criterios imperantes en la definición de qué es una noticia en los actuales estándares periodísticos, asegura el informe del Proyecto Censurado. CNN no estuvo sola en esta tarea, observó el informe Censurado 2010. Sus rivales corporativos MSNBC y Fox se esforzaron en continuar la saga de Smith, autoproclamándola como la más balanceada oferta de noticias, mientras miles de millones de dólares de los contribuyentes se extraviaron en las guerras perdidas de Iraq y Afganistán, morían tropas estadounidenses y civiles iraquíes, la tortura era una práctica indiscutible, los derechos del habeas corpus fueron eliminados en EEUU con poca fanfarria y se asomaba la crisis “subprime”, a la vez que Busch proclamaba que los “fundamentos de nuestra economía son fuertes». Estas historias simplemente no aparecieron como noticia en el estéril paisaje intelectual de los medios corporativos».
Las historias, que son manipuladas torcidamente, trivializándolas, personalizándolas abundan en los informes “periodísticos” sobre fertilidad de mujeres mayores, violencia doméstica o alusiones a la clase obrera. Podríamos decir que el uso de temas como la inseguridad, el paco, la delincuencia juvenil, el hambre, la pobreza, son temas que aparecen y desapareen según se mueva la ola informativa hacia un lado u otro. Todo esto va acompañado de otras informaciones: «También se dan significativamente en las historias sobre asesinatos y en notas sobre maravillas científicas, “temas que a menudo son convertidos en simple forraje por los bufones circenses de la corte de los grandes medios corporativos”, sostienen Mickey Huff y Frances A. Capell, [autores ya mencionados de la “Encuesta de Noticias Basura y Noticias Engaño 2008/2009”]. “En el año de la histórica elección presidencial, en lugar de un examen sobrio de las tensiones raciales existentes desde hace mucho tiempo en EEUU, se ofrecieron historias marchitas que juzgaban la “negrura” de Barack Obama como símbolo del “fin del racismo” en esa nación”».
Aparecieron deducciones desproporcionadas fundadas en la impericia de Obama en el juego de bolos: si no era capaz de lograr una jugada perfecta en el “bowling” significaba que estaba marcado como un líder incapaz, carente de tacto hacia el elector común, precisamente aquellos votantes que le dieron la mayoría. «Para demonizar la figura del candidato demócrata los medios crearon a un nuevo héroe y supuesto portavoz electoral de las masas llamado “Joe el Plomero”, como si alguien hubiera escrito antes un libreto». A menudo, los temas importantes de noticias, secuestrados y trivializados, son reforzados por “comentaristas especializados”, una “expertocracia” capaz de formular hipotéticas metacríticas. Los supuestos expertos son magnificados cuando sus opiniones coinciden (Oh, que casualidad) con el medio que lo entrevista.