Debemos ahora, después de haber leído la larga serie de notas anteriores, ocuparnos de otra de las tantas facetas que nos muestra este capitalismo desaforado en su búsqueda del mayor lucro posible. Se trata de la producción concentrada de alimentos y sus consecuencias. Comencemos por la punta que nos presenta una información de la agencia internacional china Xinhua el 20-8-10 y ver hasta donde llegamos tirando de esa punta:
«La empresa Wright County Egg, uno de los más grandes productores de huevos de Estados Unidos, cuyas fábricas fueron contaminadas con salmonella, extendió el llamado a devolución de sus productos e invitó a los consumidores a dejar de lado 380 millones de huevos frescos potencialmente contaminados. Los huevos se comercializaron con las marcas Lucerne, Albertson, Mountain Dairy, Ralph’s, Boomsma’s, Sunshine, Hillandale, Trafficanda, Farm Fresh, Shoreland, Lund, Dutch Farms y Kemp. «Estamos llevando a cabo esta retirada adicional para proteger a los consumidores», dijo en un comunicado dicha empresa con sede en Iowa. La investigación de las autoridades sanitarias se centra en los estados de California, Colorado y Minesota, donde se han identificado más casos y han vinculado la intoxicación con el consumo de huevos».
La salmonela es la forma bacteriana más común en la contaminación de alimentos. Toda ama de casa con experiencia se cuida mucho en su cocina de contaminar sus comidas con esta bacteria. La cepa encontrada en el brote es la más común, pues provoca casi el 20% de todos los casos de salmonelosis. «Algunos cientos de personas han enfermado por un brote de salmonelosis vinculado a huevos en al menos tres estados, informaron las autoridades del país. El organismo federal Centros para la Prevención y Control de Enfermedades colabora con los departamentos estatales de salud a fin de investigar la situación. No hay informes de muertes, dijo el epidemiólogo Christopher Braden que está a cargo de la indagación de esa entidad».
Amy Goodman, locutora, periodista de investigación y escritora progresista estadounidense, egresada de Harvard University en 1984, es más conocida como la directora del programa de Radio Pacifica de Nueva York, Democracy Now! (¡Democracia Ya!). El 27-8-10 confirma la información y avanza en la investigación llegando a conclusiones muy interesantes y preocupantes: «¿En qué se relacionan 500 millones de huevos y la democracia? El masivo retiro del mercado de huevos infectados con salmonelosis, el retiro más grande en la historia de Estados Unidos, nos permite ver el poder que las grandes corporaciones tienen, no sólo sobre nuestra salud, sino también sobre nuestro gobierno. Aunque son muchas las marcas que han sido retiradas del mercado, todas pueden rastrearse hasta llegar a sólo dos granjas de producción de huevos. Cada vez más, la provisión de alimentos está en manos de compañías cada vez más grandes que ejercen un enorme poder sobre nuestro proceso político. Así como pasa con la industria alimenticia, sucede también con las petroleras y los bancos: corporaciones gigantescas (algunas con presupuestos más grandes que el de la mayoría de los países) están controlando nuestra salud, nuestro medioambiente, nuestra economía y, cada vez más, nuestras elecciones» (subrayados míos).
Estamos frente a una denuncia que ata diferentes cabos sueltos que, por regla general, aparecen dispersos sin aparente relación entre ellos, pero… como puede leerse en la última frase. Sigamos leyendo: «El brote de salmonelosis es sólo el episodio más reciente de una serie de episodios que muestran a una industria alimenticia desenfrenada. Patty Lovera, sub-directora del grupo para la seguridad alimentaria Food & Water Watch , me dijo: “Históricamente, siempre ha habido resistencia por parte de la industria a todo tipo de norma de seguridad alimentaria, ya sea dictada por el Congreso o por otros organismos gubernamentales. Existen grandes asociaciones comerciales para cada sector proveedor de nuestros alimentos, desde los grandes productores agroindustriales hasta las tiendas de comestibles”. Los huevos contaminados con salmonelosis provenían de sólo dos granjas factoría, Hillandale Farms y Wright County Egg, ambas de Iowa. Detrás de este brote está el emporio del huevo de Austin “Jack” DeCoster. DeCoster es propietario de Wright County Egg y también de Quality Egg, proveedora de pollos y de alimentos para pollos de las dos granjas de Iowa. Patty Lovera afirma que: “DeCoster es un nombre que se oye mucho cuando uno empieza a hablar con conocedores de la industria del huevo o con personas que provienen de los estados de Iowa, Ohio o de los otros estados en que DeCoster opera. Por eso creemos que DeCoster es el claro ejemplo de lo que sucede cuando tenemos este tipo de concentración y producción a gran escala. No se trata sólo de seguridad alimentaria o sólo de daño ambiental o del trato que reciben los trabajadores. Cuando estamos frente a este tipo de producción masiva, responsable de tantos de nuestros alimentos, se trata de un paquete completo de efectos colaterales negativos”».