Alguien que se mueve «dentro de las entrañas del monstruo», la periodista Amy Goodman nos informa sobre las maniobras más perversas de los bancos que sobrevivieron a la crisis pero que nada les ha cambiado su modus operandi. Veamos que nos informa:
Los grandes bancos que ocasionaron la crisis del mercado financiero mundial y que recibieron decenas de miles de millones de dólares en subsidios financiados por los contribuyentes se encuentran posiblemente involucrados en un sin número de fraudes contra propietarios y tribunales. Esta semana, sin embargo, ha sucedido algo prometedor. Los fiscales generales de los cincuenta estados del país anunciaron una investigación bipartita conjunta sobre los fraudes llevados adelante en los juicios por ejecuciones hipotecarias. Bank of America, JPMorgan Chase, GMAC [financiera de General Motors] y otros grandes bancos que otorgan préstamos hipotecarios suspendieron los juicios de ejecución tras haberse hecho público que los procesos de ejecución se llevaban a cabo como si se tratara de una “fábrica de ejecuciones hipotecarias” en la que decenas de miles de documentos eran firmados por personal subalterno con escaso o ningún conocimiento de lo que firmaba.
La señora Goodman hace una sencilla cuenta para demostrar las injusticias que se cometen:
Según un informe, Jeffrey Stephan debió procesar diez mil documentos relacionados a juicios hipotecarios en un mes. Tomando en cuenta una jornada laboral de ocho horas, habría tenido que leer, verificar y firmar en presencia de un escribano aproximadamente un documento por minuto. Stephan admitió haber firmado documentos sin leerlos ni comprobar si efectivamente los propietarios habían caído en mora. Y Stephan fue sólo uno de los tantos “firmantes robotizados”. Es importante tener presente que General Motors recibió 51 mil millones de dólares del rescate financiero pagado con dinero de los contribuyentes, que su subsidiaria GMAC recibió 16,3 mil millones y que la subsidiaria de Ally Financial, GMAC Mortgage, recibió 1.5 mil millones de dólares como “incentivo para la modificación de los préstamos hipotecarios.”
La conclusión de nuestra periodista es de una sencillez y claridad inmejorables. Razona de este modo: cada contribuyente aportó con sus impuestos al salvataje del Banco que ahora termina ejecutándole su propiedad de manera fraudulenta. Y, ¿cómo hace el contribuyente para enfrentar esto? El caso es realmente extraordinario y muestra la delincuencia en sus intimidades. Los bancos han comprado paquetes de hipotecas sin revisar por el sólo hecho que representaban, en apariencia, un negocio fantástico. El problema que los bancos tienen ahora es que «aunque esas compañías aseguren ser beneficiarias de las hipotecas, si los abogados no pueden ver y tocar los documentos hipotecarios, es como si la hipoteca no existiera. Ya verán que esas compañías no pueden encontrar los documentos allá en Wall Street. Por todo esto le digo al pueblo estadounidense: “Ocupen sus propias casas. ¡No se vayan!”».
Como consecuencia de la demanda presentada por los fiscales «la mayoría de los bancos que suspendieron las ejecuciones hipotecarias lo hicieron en veintitrés estados solamente, porque fue en esos veintitrés estados donde los tribunales emitieron sus fallos en relación a los juicios hipotecarios. Uno de los jueces que se ocupa de las ejecuciones hipotecarias es Arthur Schack, Ministro de la Corte Suprema del Estado de Nueva York.
El juez Schack fue noticia en los medios de todo el país por haber rechazado docenas de demandas de ejecución hipotecaria. Schack declaró al noticiero de “Democracy Now!”: “Mi trabajo es hacer justicia… Hay demandas por ejecuciones hipotecarias que apruebo, para ello, quien otorgó el préstamo debe hacer tres cosas: debe demostrarme que hay una hipoteca, que es beneficiario de esa hipoteca a la fecha de inicio del juicio y que hay un deudor que ha caído en mora. El mayor problema para estas compañías parece ser el poder comprobar que son beneficiarias de la hipoteca a la fecha de inicio del juicio. Y es entonces que nos encontramos con muchos problemas a la hora de verificar la asignación de hipotecas, nos encontramos con declaraciones juradas de mérito dudosas y, en general, con papeleo administrativo desordenado.
Según Realty Trac , los bancos recuperaron la propiedad de 102.134 viviendas en el mes de septiembre, a grandes rasgos, una casa cada treinta segundos. Cada treinta segundos, los bancos –muchos de los cuales recibieron fondos del programa de rescate financiero del gobierno de Bush conocido como TARP y que podrían estar realizando maniobras fraudulentas – ejecutan el sueño de la casa propia de una familia estadounidense. Entretanto, GMAC informó que durante la primera mitad del año 2010 sus ganancias se han incrementado. Ganancias que se realizan sobre el despojo de los que aceptaron de buena fe las hipotecas que ahora no pueden pagar.
Pregunto ante lo ya leído en esta serie de notas: el título que las encabezó ¿está justificado?